¿Cómo Afectan las Pantallas en la Infancia?
El uso de dispositivos digitales, como móviles, tablets y ordenadores, ha incrementado notablemente en los últimos años, especialmente entre l@s niñ@s. Sin embargo, aunque las pantallas pueden tener beneficios, como el acceso a la información o el entretenimiento educativo, también presentan riesgos significativos para el desarrollo emocional, cognitivo y social de l@s menores.
En este artículo, exploraremos cómo las pantallas afectan a la infancia y qué podemos hacer para minimizar sus efectos negativos.
Pasar largas horas consumiendo contenido digital puede reducir el tiempo de interacción cara a cara con padres, madres, amig@s y/o cuidadores/as, lo que puede afectar a la capacidad para desarrollar habilidades emocionales como la empatía, la auto-regulación y la comunicación.
Impacto en el Desarrollo Cognitivo
El desarrollo cognitivo de l@s menores puede verse afectado si pasan demasiado tiempo frente a una pantalla. Diversos estudios han encontrado que un uso excesivo de dispositivos digitales puede afectar las habilidades de atención, memoria y resolución de problemas. El cerebro en crecimiento necesita estímulos variados, como el juego al aire libre y las interacciones sociales cara a cara, para desarrollarse de manera equilibrada.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) (https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/311664/9789241550536-eng.pdf?sequence=1&isAllowed=y), l@s menores de 5 años no deberían pasar más de una hora al día frente a una pantalla. Además, se recomienda evitar totalmente el uso de pantallas para l@s menores de 2 años. Estos límites son importantes, ya que las primeras etapas del desarrollo infantil son cruciales para formar conexiones neuronales saludables.
Afectación en el Desarrollo Emocional
Las investigaciones recogen que l@s menores que pasan mucho tiempo frente a una pantalla suelen tener más dificultades para identificar y expresar sus emociones de forma adecuada, lo que puede llevar a problemas relacionados con una baja tolerancia a la frustración, con la ansiedad y, en algunos casos, con comportamientos agresivos.
Un estudio de la Asociación Americana de Pediatría (AAP)(https://www.aap.org/en/patient-care/media-and-children/center-of-excellence-on-social-media-and-youth-mental-health/?srsltid=AfmBOop0u_1jIAVXXq0V92MqfzTxznN6wesib7CSpMvUsaayDero20z_) sugiere que el uso excesivo de pantallas está vinculado con trastornos del sueño, lo que a su vez puede agravar los problemas emocionales.
Consecuencias Sociales: El Aislamiento
El tiempo dedicado a las pantallas puede reemplazar actividades esenciales para el desarrollo social del/de la menor, como el juego en grupo, las conversaciones y el aprendizaje de habilidades sociales. La Fundación Alicia Koplowitz (https://fundacionaliciakoplowitz.org) advierte que l@s menores que pasan demasiado tiempo conectados a dispositivos electrónicos pueden aislarse y presentar problemas para interactuar con sus compañer@s. Este aislamiento social puede influir negativamente en su capacidad para formar relaciones saludables y manejar conflictos interpersonales.
Impacto en la Salud Física
Además de los efectos emocionales y cognitivos, el uso excesivo de pantallas también puede impactar en la salud física de l@s peques. Pasar muchas horas sentado frente a un dispositivo reduce el tiempo dedicado a la actividad física, lo que puede llevar al sobrepeso infantil y problemas relacionados con el sedentarismo, como la obesidad y el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas a largo plazo.
Unicef (https://www.unicef.org/parenting/child-development/babies-screen-time) señala que el equilibrio entre el tiempo frente a pantallas y la actividad física es crucial para un desarrollo saludable.
Además, el uso prolongado de pantallas también puede causar fatiga visual y problemas posturales. Por lo que los expertos recomiendan que l@s menores sigan la regla 20-20-20: cada 20 minutos frente a una pantalla, deben descansar la vista durante 20 segundos, mirando algo que esté a 20 pies de distancia (aproximadamente 6 metros).
Una realidad para tod@s
El uso de pantallas es una realidad en la vida de la infancia, pero como todo, debe ser equilibrado y gestionado de manera adecuada.
Protege su desarrollo: Limita el tiempo frente a pantallas
El tiempo excesivo frente a las pantallas puede afectar el desarrollo cognitivo, emocional y físico, además de influir en sus habilidades sociales. Por ello, es esencial que establezcamos límites claros y que les ofrezcamos alternativas de actividades que fomenten un desarrollo más saludable.
Con una supervisión adecuada y el uso responsable de la tecnología, l@s menores pueden beneficiarse de las ventajas que ofrecen las pantallas sin sufrir sus efectos negativos.